Pokerisa Nogalense

Llegó un individuo a su casa y sorprendió a su mujer en brazos de otro. Le dice el follador al coronado esposo: “Amo a tu mujer y quiero casarme con ella. Hagamos una cosa. Sé que te gusta el póquer. A mí también me gusta. Juguemos una partida. Si ganas tú me comprometo a no volverla a ver. Si gano yo le darás el divorcio para así poder casarnos”. “Está bien -acepta el marido-. Pero ¿qué te parece si apostamos también un poco de dinero para darle algo de interés a la partida?”... FIN.

Posted by el rockero on miércoles, marzo 21, 2007 at 1:55 a.m. | Permalink